Vivimos en un país insolidario, envidioso y resentido, donde la empatía con el vecino no existe a no ser que éste tenga más que uno, aunque esto se llama de otra manera. No hay más que verlo en cualquier foro de discusión sea del color o tendencia que sea. No he encontrado todavía ninguno, que siendo de ideas distintas, pretenda llegar a un entendimiento.Todos acaban en una serie de obviedades, enfrentamientos, insultos, tonterías... y aunque se digan verdades como puños nadie las reconoce si el que las dice es de pensamiento distinto al del otro.
Sólo basta poner una zanahoria para que... "el perro del hortelano ni coma ni deje comer". Me explico con un ejemplo: La zanahoria, los 10.034 millones recaudados gracias a la lucha contra el fraude fiscal. El perro, bueno, cada hortelano tiene el suyo o tal vez más de uno. Empiezan a tirarse dentelladas a diestro y siniestro todos contra todos sin que los ladridos de la jauría dejen oír nada interesante, que a veces lo hay pero se ignora porque no aporta nada de discordia o no echa más leña al fuego de una u otra parte. El propósito de entendimiento desde la discrepancia no existe. Autónomos, asalariados, mil euristas, funcionarios, empresarios, etc. todos tiene su motivo o simplemente: “me veo obligado, yo porque no puedo, tonto el último y tu más…” En definitiva “divide y vencerás.”
No se ve más allá de la zanahoria, y la noticia no es cuánto se ha recaudado por sanciones sino cuánto dinero negro se ha inyectado al sistema o, dicho de otro modo, cuántos billetes de 500 euros circulan hoy más que ayer, o siguen donde estaban habiendo pasado del negro al blanco por lo que no estamos hablando de sanción sino del coste por blanqueo. Esta última cifra sí sería interesante, mucho más espectacular y sobre todo poder decir que ha vuelto de donde no debió salir y que está depositada en nuestros bancos, cajas, etc. a disposición, previo pago de unos intereses justos, de autónomos, empresarios, trabajadores por cuenta ajena, funcionarios,… En definitiva, en beneficio de todos los defraudados pues "hacienda somos todos”, y cuantos más seamos, mejor.
