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viernes, 6 de abril de 2012

La partida de póker

     Vamos  a ver: para que yo lo entienda. Si es que mi capacidad intelectual  da para ello.
    Hoy, después de haber subido impuestos, haber  hecho una reforma laboral de “cágate lorito” y haber confeccionado unos presupuestos generales de “agárrate y no te menees”, los h.p. de los mercados no se creen nada de nada pues  nuestro flamante gobierno no les genera confianza alguna. Yo me  pregunto por qué si ésta era la palabra clave para ganar unas elecciones dándoles votos y haciendo “agnósticos” a los adoradores de becerros.
      Pues bien para  mis cortas entendederas lo mejor será imaginarme un símil o parábola según se mire o no.
      Nuestro gobierno actual, hace algo más de 100 días oposición, llevaba siete años jugando un juego, que si lo juegas bien puedes ganar mucho con un poco de suerte. He aquí que les imagino jugando una partida de póker con el gobierno, hoy oposición, y alguna que otra comparsa para hacer bulto o amenizar  la partida. Ya veo la mesa y a todos sentados alrededor del tapete verde aunque no  hay cartas para repartir. No pasa nada, jugarán con los dados y el cubilete al mentiroso que para el caso es lo mismo se puede ir de farol igualmente. Si no le  levantan el cubilete habrán ganado y de todas formas juegan  con  dinero ajeno.
      Como todos sabemos, ese cubilete no se levantó y la partida fue ganada legalmente, sí, son las reglas del juego, aunque ahora casi todo el mundo sabe que dentro sólo había un farol, una falsa y mala jugada. Ganada la mano y vista las jugadas, no todo el mundo tenía  lo que decía e incluso las comparsas  habían arriesgado demasiado.
      Como en cualquier partida que se precie nadie dice la verdad en lo que ha ganado o perdido.  Sumando ganancias y restando pérdidas tendría que cuadrar pero ya se sabe que  nunca cuadra porque el que mucho pierde lo oculta para no enfadar a alguien o enfadarse consigo mismo.
       Veamos las cantidades con la que todos jugaban o decía que jugaban:
    El jugador más perdedor dice: Yo he terminado con 64.000 (…digamos que son fichas de monopoly)
    El jugador ganador dice: Pues yo cuento 91.000, alguien no dice la verdad y 27.000 es mucha diferencia, los jugadores comparsa se han debido empeñar  hasta las cejas pero el ganador lo piensa recuperar aunque le cueste el cargo en el empeño.
     Ahora, siendo mano, llega el momento de repartir juego pero esta vez se han agregado una “troica” de jugadores, desconfiados como ellos solos y en vista de lo que ha pasado en la partida anterior no se fían e imponen que se juegue al póker descubierto e incluso el importe máximo a jugar.
      Esta partida, a no ser que se salga de farol y los 91.000 no sea la cifra real, se acabará  perdiendo porque será imposible llegar a los 32.000  o  menos si  solamente se puede jugar con un 3% de tu fortuna máxime cuando ésta se contrae a pasos agigantados.
        No hay que haberse caído de un guindo que aún siendo de letras se puede entender que:

Si 8.51%.........= 91.000  el 3%..........= 32.000 la diferencia= 59.000 (de momento esto va a misa)
Si 8.51%.........= 91.000  el 6%..........= 64.000 la diferencia= 27.000 (que si éramos pocos parió la abuela)
Si 5.30%........= 57.000 (este va a misa ahora) el 4.4%.......= 47.000 (este iba a misa) la diferencia.= 10.000 (favor que nos hacen).
        Pues bien, ya están las fichas repartidas y en esta mano, si nadie se saca un as de la manga, la cantidad máxima a ganar será:
91.000 menos 57.000 igual a 34.000 que los h.p. de lo mirones (léase mercados) no se creen. Una vez repartidas las cartas y con el juego que lleva el gobierno hasta ahora según el P.G.E. (que no quiere decir Heraclio Fournier) sólo suma 27.000, si no ocurre un milagro (encontrar petróleo en Canarias por ejemplo o que pierda el Sarko y la Merkel se acojone) todo puede ser e incluso que llueva y hasta se alegren de ver algún brote verde o la manteca colorá  (sic). (je. Je.)
        Como esta Conjunción Planetaria  de Monti, Dragui, Sarko, Merkel, Lagarde, Barroso, etc. no colapse el 21.12.12 que no colapsará pues los Mayas no eran tan buenos adivinos y si no que vengan ellos y lo vean, la segunda mano, o sea:
        De 57.000 a 32.000 son 25.000 o más porque con un patrimonio menguante el 3% de menos es menos y no lo dice Perogrullo sino Doña Recesión y como de donde no hay no se puede sacar, la pregunta es cómo jugarán  la segunda mano, aunque mucho me temo que alguna nueva ley se sacarán;  ni que decir tiene que esto es una pregunta retórica pues no sé si se denominará Murphy o Montesdeoro pero si algo es susceptible de empeorar…  
       Para terminar con un deseo y pensamiento positivo: que Dios me haya  infundido las dotes adivinatorias del pueblo Maya.

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