Han dicho en la radio una cosa de la que yo ya me había dado cuenta pero no le había prestado la atención ni dado la relevancia que merece. Y me digo: no te lo quedes dentro hazlo aflorar y el negro que tienes que te eche una mano a contar lo que quieres decir. Tiempo le ha faltado para llamarme racista y cosas más gordas que yo sin su ayuda no sabría contar pero blanco me he quedado, menos mal que nos llevamos como si fuéramos la misma persona y me dice: “venga sin rencores dime lo que quieres que escriba”. Pues ahí voy:
Yo ya me había dado cuenta de que cada vez hay más gente buscando entre la basura y también que cada vez va mejor vestida, quiero decir que no era la gente de siempre, morena (joder. No me mires así. No tanto como tú), con sayas largas, bastón con flecos y que parecían de una época anterior o de una minoría étnica que a mí me consta que luchaba y lucha por integrarse en esta sociedad pero con unas tradiciones muy arraigadas –lo que hay que pensar para ser políticamente correcto y no poner la palabra Gitanos y que no suene peyorativo- ese será tu problema.
Pues bien, reflexionando lo que mi corto entender me deja me doy cuenta de que no es que esta sociedad haya avanzado o las tradiciones hayan perdido el arraigo; lo que pasa es que gracias a Dios ni tú ni yo, hoy por hoy, comemos con lo que escribimos, que si no con esta ropa más o menos raída, acabaríamos buscando entre los contendores de basura haciendo menos aparente el drama que muchos viven y que vemos como si no fuera con nosotros.
¡Ala amigo¡ aquí te dejo eso para que tú le des la forma, el fondo o lo que quieras que ya sabes como pienso y lo que quiero decir. Ah! Y por supuesto aporta cualquier solución que se te ocurra si es que tú la tienes.
Pues no va y me dice: “déjalo como está que yo no tengo solución y lo que quieres decir, aún sin forma, se entiende”.
Me reprimo por no decirle hoy no comes, no te pago, pero mejor me callo.
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