Pasar por la vida sin pena ni gloria, sin dejar huella, es lo habitual de los mortales, pero como dijo D. José Ortega y Gasset:
«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». No sé si salvaré mi "yo" pero seguro que mi circunstancia ya lo está y a la pruebas me remito:
¡Es un orgullo que estas personas me consideren su amigo!
Y el haber tenido la posibilidad de trabajar con ellos y poder aprender la mentalidad de: "Devolver a la sociedad un poquito de lo que nos da"
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