La política en este país es como un campo de cultivo dividido en dos grandes parcelas y algún que otro huerto más o menos bien cuidado. Los terratenientes labran su tierra con toda la maquinaria a su disposición una campaña tras otra, usando todos los abonos orgánicos e inorgánicos del mercado agropecuario dando excelentes cosechas. Hasta que llegado un momento dado el tanto fiemo que han echado, los chitos (brotes) son escasos y económicamente no rentables.
Habrá que dejar la parcela en barbecho, como manda los cánones labriegos, y cultivar la otra (ciclos de la naturaleza). ¡Ah! los huertos siguen bien cuidados pues se trata de economía de subsistencia.
Habrá que dejar la parcela en barbecho, como manda los cánones labriegos, y cultivar la otra (ciclos de la naturaleza). ¡Ah! los huertos siguen bien cuidados pues se trata de economía de subsistencia.
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