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martes, 26 de julio de 2011

Campos de cultivo

La política en este país es como un campo de cultivo dividido en dos grandes parcelas y algún que otro huerto más o menos bien cuidado. Los terratenientes labran su  tierra con toda la maquinaria a su disposición una campaña tras otra, usando todos los abonos orgánicos e inorgánicos del mercado agropecuario dando excelentes cosechas. Hasta que llegado un momento dado el tanto  fiemo que han echado,  los chitos (brotes) son escasos y económicamente no rentables.
Habrá que dejar la parcela en barbecho, como manda los cánones labriegos, y cultivar la otra (ciclos de la naturaleza). ¡Ah! los huertos siguen bien cuidados pues se trata  de economía de subsistencia.

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